Mateo 6:24 ESV
Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro.

¿Has fallado en algo o en algún área de tu vida recientemente?
Esto es realmente una pregunta retórica porque sé que la respuesta es sí.
Todos fracasamos.
Hay grandes fracasos y pequeños fracasos.
Los fracasos son parte de la vida.
Así que cómo los trata es crucial.
Si les permites, los fracasos te detendrán de seguir avanzando.
Los fracasos estan por naturaleza en el pasado. Son cosas que ya han sucedido. Hablamos de ellos en el presente pero son cosas que sucedieron ayer, la semana pasada, o incluso hace varios años.
Así que cuando los sostienes, sigues pensando en ellos y permítes que te definan a través de controlar tu acción presente, están deteniendo su avanze.
No deje que tus fracasos detengan su progreso.
Las fallas están en el pasado y esto significa que no puede subirse en su máquina del tiempo y cambiarlas.
Todo lo que tienes es lo que te espera.
No dejes que te domine.
El verso arriba habla de la realidad de que no podemos tener dos maestros. En su contexto, el verso se refiere al dinero y que si amamos el dinero odiaremos a Dios.
Pero creo que se aplica a cualquier cosa en la vida. Si permitimos que el fracaso nos domine, entonces Dios no es nuestro señor. Estamos dejando que los fracasos nos controlen y definan cuando ese es el trabajo de Dios.
Hoy, dejen los fracasos donde pertenecen. en el pasado. Déjalos en las manos de Dios.
Mantengan sus ojos en Dios que es su futuro.
Y confíen en él porque sabemos que para los que aman a Dios todas las cosas trabajan juntas para el bien, para los que son llamados según su propósito (Romanos 8:28).